No somos más ni somos menos. El
destino no nos puso ahí porque si, y Quique González cantaba
“Pájaros mojados” en el momento adecuado. Que digo, Quique
siempre está ahí en el momento adecuado.
El problema siempre era el mismo,
digamos que tu no conocías a Quique, por llamar al problema de
alguna manera.
Madrid es demasiado grande como para
seguir acordándome de todo aquello, de nosotros. Eramos tan
pequeños... No eramos nada, pero aún así llegamos a echarnos de
menos, o eso creíamos.
Aquí ya no llueve, no de momento, pero
sigue haciendo frío, aunque se que no tanto como allí. Allí
siempre hace frío.
¿Recuerdas aquella noche de lluvia?
Si, se que en realidad fueron dos, pero las despedidas no cuentan.
Ahora las cosas han cambiado tanto...
Todo se ha acabado, pero todo el mundo dice que tenemos un imán.
Quizás si, pero sabes que no eres mi tipo.
Lo siento C.
-Like a Rolling Stone.
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