lunes, 9 de abril de 2012

Y cada día vas rompiendo como un huracán.

Por todas esas personas que son capaces de olvidar malos tiempos con tal de que nada cambie en sus vidas. Por todas esas personas que dejaron un tiempo a su gente para intentar buscar algo mejor. Por todas esas personas que se encontraron perdidas y necesitaron volver atrás...
Si, quizás hayas pasado por todo eso, quizás tu mundo dejó de tener sentido por un momento, y gente que estaba a tu alrededor dejó de estarlo porque querían encontrar algo grande en su pequeño mundo, querían destacar entre el resto, ser algo más de lo que habían sido hasta entonces. Y tu te quedaste allí, siendo como siempre habías sido, intentando que ni la situación ni las personas cambiasen tu modo de ver la cosas.
Tu mundo, tus pensamientos, tus sentimientos, tus ganas de llegar lejos y de que el tiempo pasase lo más rápido posible, la música que te hacía sonreír, tu familia, tu sueños... todas esas cosas que siempre habían estado ahí.
Y justo entonces cuando por fin te habías acostumbrado al cambio que habían sufrido las personas que te rodeaban, la vida decidió que todo tenia que volver a sus inicios, que nada de eso debía de haber cambiado. Y otra vez todo quiso volver a ser como al principio, otra vez sin preguntarte si eso era lo que tu querías.

                                                       -Like a Rolling Stone.

domingo, 1 de abril de 2012

Y después de muertos frente a frente, ¿quien nos va a querer?

Dicen que el tiempo lo cura todo, que es cuestión de días el olvidarnos de alguien que alguna vez fue algo importante en nuestras vidas. Pero se que el tiempo solo cura las heridas cuando nosotros le dejamos que nos cure.
También dicen que la distancia hace el olvido. Y esta vez fue así, pero, ¿qué pasa cuando de repente, sin haberlo planeado, esa distancia desaparece? ¿qué pasa si no estábamos preparados para estar uno enfrente del otro? Entonces solo hay dos formas de actuar: plantarle cara al momento o huir.
Yo siempre he sido una persona que habla mucho pero que nunca dice nada, quizás porque no tiene nada que contar, porque no confía en la gente o porque es demasiado cobarde. Si, seguramente la mayor parte de las acciones de mi vida están marcadas por la cobardía, así que, como ya había hecho otras veces, decidí huir.
Volví a casa pensando que las historias, como las personas, son efímeras. Que con el tiempo solo serán recuerdos, y autoconvenciéndome de que jamás me iba a arrepentir de haber huido de nuevo. Y entonces, otra vez, fue Luis Ramiro, ese tipo “raro” que parece que escribe las canciones para mi, el que hizo que me volviera a arrepentir por milésima vez.


                                                                          -Like a Rolling Stone.