sábado, 28 de enero de 2012

No me pidas una explicación, no la hay.

Esa sensación que te invade cuando escuchas una canción que por alguna extraña razón te llega "al alma". Esa voz, que por suerte, te hace sentir la persona más especial del mundo. Ese conjunto de notas y letras que parecen escritas para ti, y que te comprenden cualquier día del año. Esas horas perfectas escuchando a Sin Rumbo, para después terminar llorando. Que "No mires el reloj" o "Lluvia" defina perfectamente una parte importante de tu vida. Que te entren ganas de salir a matar tras escuchar "Noche eléctrica". O que te rías tu del mundo mientras suena a todo volumen "Éxtasis".

Todo esto hace que me llene de orgullo llevar desde 2008 siguiendo a estos Sin Rumbo, y haber visto como cada vez eramos más y más, hasta que ojalá llegue un momento en el que vayas donde vayas la gente hable de ellos. Que quizás no sean los mejores músicos que hayamos escuchado, o si, pero tienen "ese algo" que te llena de energía y de sentimientos, y eso, justamente eso es lo que hace que el rock and roll y la música en general sea lo más bonito que la humanidad haya inventado.
Ahora, están apunto de sacar su segundo y tan esperado disco, seguramente repleto de historias que encajarán a la perfección en grandes momentos de mi vida. De la mía y seguramente de todo aquel que lo escuche, porque para mi, esa es la magia más grande que tiene Sin Rumbo, tener la capacidad hacerme recordar en cada canción un instante grande de mi vida.

                                                                     -Like a Rolling Stone.

viernes, 27 de enero de 2012

Tal vez, lo que te hace grande no entienda de cómo y por qué.

Solo él. Solo él nada más verme sabe que me pasa algo y tiene las palabras exactas para que mis penas pasen a un segundo plano. Él es mi mejor compañero de viaje. Él me ha hecho llorar tantas veces como reír, pero jamás le tendré nada en cuenta. Él es sueños hechos realidad y sueños que jamás conseguiré alcanzar. Él es soledad un domingo lluvioso de invierno. Él es la noche más mágica del mundo. Él es amor. Él es odio. Él es fuerza. Él es el más sincero sentimiento. Él es todo lo que necesito para que todo sea perfecto. Él es un héroe. Él me lleva al lugar más maravilloso que jamás podáis imaginar. Él nunca discute y nunca está de acuerdo con nada. Él es un adiós. Él es el protagonista en los bares más oscuros. Él es buena suerte.

                                                       -Like a Rolling Stone.

sábado, 7 de enero de 2012

Se empeñó en disparar con la pistola de otro y nunca más dio en el blanco.

Nunca es demasiado para nada, y mucho menos para esto. Llevabas allí toda una vida, en realidad te daba miedo cambiar, pero lo necesitabas más que cualquier cosa en el mundo. Tenías todo y no tenías nada. Odiabas vivir con esa sensación de que no disfrutabas al máximo de tu vida, mientras los demás siempre tenían algo que contar. Malgastabas tus tardes buscando canciones que te definieran y después salías a matar. Sabías que te quedaba poco tiempo, y que ya jamás ibas a volver allí. Ninguna de las personas que te rodeaban sabían nada de ti, o al menos eso era lo que creías. En realidad eras la persona más previsible que ellos habían conocido, pero sabían disimular bien. Solo les hablabas de música, de los 80 y de aquella maravillosa "edad de oro" a la que siempre habías mirado con envidia. Solo de ella tenías celos. Nunca hablabas de ti, nunca decías lo que sentías y eso te alejaba de las personas. A lo mejor no era el sitio, a lo mejor eras tu, pero eso nunca nadie lo supo. Te gustaba caminar por la calle sin que nadie te conociese, así podías inventar una historia a cada paso. Detestabas los finales y temías los principios, aunque tampoco soportabas la rutina. Nunca nadie te comprendió, ni siquiera tu te comprendías. Demasiados cambios de humor a lo largo de un mismo día. Demasiadas canciones te hacían llorar.


                                                         -Like a Rolling Stone.