sábado, 10 de diciembre de 2011

Quizá no lo entiendas, this is rock and roll

Al hacer este blog una de las cosas que me propuse fue escribir sobre músicos aun no muy conocidos, para que la poca gente que lo leyese pudiese encontrar cosas nuevas que realmente merezcan la pena. Hoy, y siguiendo con esto, os voy ha hablar de uno de los mejores descubrimientos musicales que he hecho en los últimos meses. Hoy quiero hablaros de Javier Huete.
Para ser sinceros la primera vez que le escuché no me acabó de convencer, no me parecía una música que dijera nada, ni me pareció que fuese alguien que algún día pudiese acabar llenando grandes salas. Pero la verdad es que nunca le descarté, y al cabo de unas semanas decidí volver a escucharlo. La canción que me hizo engancharme fue “Mis Palabras”, y a partir de ahí, solo puedo decir cosas buenas de Javier Huete.

Me gusta escribir esto porque para mi es una forma de dar las gracias a personas que nos hacen volver a confiar en el futuro de la buena música española y de los buenos cantautores. Así que, sin dudarlo, doy las gracias a Javier, a su voz, a su guitarra y a la ilusión que pone que hace que cada canción sea realmente especial. Y pido, que cada uno de vosotros, os guste el tipo de música que os guste, dediquéis unos minutos a escucharle, y confío en que, algunos (o porque no, todos) al acabar una canción tengáis ganas de oír más. Y sobre todo pido esto después de ver ayer los premios 40, ¿enserio pretendemos que el futuro de la música española se base en cosas hechas por ordenador? ¿enserio pretendemos que se acaben los conciertos acústicos con una guitarra y una buena voz? ¿enserio? Dejemos que sigan apareciendo gente que aprecie la música española de verdad, y acabemos con esa masa de “artistas que lo único que buscan es la fama fácil.
Realmente no os quiero convencer de nada, solo, y ya que habéis leído todo esto, escuchad a Javier Huete, que prometo que no os va a defraudar.

Gracias por vuestra atención, gracias a los que confiáis en los buenos músicos, y sobre todo, con todo el cariño y admiración posible, gracias a ti Javier.


                                                      -Like a Rolling Stone.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Y aquel miedo que sentía hoy vuelvo a sentir.

El tiempo se pasa deprisa y la gente siempre se marcha. Es fácil pasar de todo a nada. Es fácil pasar la mejor noche del mundo en un sitio, y no regresar allí en la vida. A veces las personas hacen grandes los momentos, pero al final los momentos se quedan en simples recuerdos. Todo acaba, hay cosas que acaban bien, cosas que acaban mal y cosas que, simplemente no sabes como acaban. Pasamos demasiado tiempo echando de menos a aquellos que ya no forman parte de nuestra vida, aun sabiendo que nunca más volverán a ser nada para nosotros.

Yo aveces lo echo de menos. El tiempo no siguió el guión que estaba marcado, ninguno actuó como había que actuar. Nada pasa porque si, y supongo que quisimos que así acabara todo. Como si nada hubiera ocurrido, como si ha nadie le preocupara aquel lugar al que nunca íbamos a regresar.

Las promesas se quedaron en palabras, y las palabras volaron con el viento. Ya nadie se acuerda de nada, ya nunca nos volveremos a ver, y si nos vemos actuaremos como desconocidos. Giraremos la mirada por miedo a recordar aquel sitio. Yo volveré a casa y en el tocadiscos volverán a sonar The Who, como si el tiempo no hubiera pasado. Y así, otras personas y otros momentos se volverán a ir de mi vida. Y yo seguiré matando por borrar todos los recuerdos.  

viernes, 2 de diciembre de 2011

Voy a escribir esta canción para decir lo que yo quiera.

Dicen, que las personas escriben música para expresar un pensamiento, un sentimiento o un ideal, para compartir con los demás una parte de ellos mismos. Dicen que los músicos se deben a su público. También dicen que es una profesión difícil, y que según están ahora las cosas, cuesta demasiado hacerse un hueco entre las listas de los más vendidos.
Supongo que los grupos empiezan tocando en garitos pequeños, haciendo versiones de sus ídolos. Luego con el tiempo consiguen gravar una maqueta, exponiendo realmente lo que son y que tipo de música les gustaría hacer, y entonces, poco a poco el número de “fans” va creciendo. Si, creo que el primer disco de cada grupo define un poco hacia que tipo de personas quieren dirigir su carrera.

Hace unos años conocí a un grupo gallego. Acababan de estrenar su primer disco gracias al proyecto que había montado Movistar. Se llamaban Ragdog. Conectaban bastante bien con la gente, y parecía que sabían lo que querían. Tenían un estilo diferente a cualquier otro grupo que había escuchado. Desde entonces los he seguido de cerca, con la ilusión de que iban a formar parte del futuro de la buena música española. Estaba convencida de que ellos no buscaban la fama fácil, no buscaban que miles de personas cantasen sus canciones sin pararse a pensar en lo que decían. No, ellos buscaban a gente de verdad, gente que apreciase cada pequeño detalle de cada una de sus canciones.
Si, todo esto lo he creído durante unos tres o cuatro años hasta esta tarde. Había leído en twitter que habían hecho un remix con un tal Robert Ramírez. Yo, persona musicalmente inculta, no sabía quien era este tipo, así que busqué en youtube ese “fantástico” y tan comentado remix. Bien, ¿qué me encontré? Una gran canción a la que habían metido el llamado “chispun” y que impedía que se escuchase esa fantástica voz del señor Aleix Lores.
Esos Ragdog que desde hacía años me habían hecho volver a confiar en el futuro de la música española, habían dejado que un tipo destrozase una gran canción.

He oído que ya suena en las discotecas, que la gente la empieza a tararear. Yo, solo espero, que si Ragdog algún día llega a liderar la lista de los número uno sea con sus estilo, con sus letras, y porque la gente que lo escuche aprecie la magia de cada nota. Que sea porque llenan enormes salas donde la gente cante sus canciones creando una historia en cada una de ellas, y no porque se baile en una discoteca después de bailar una canción de Pitbull. Solo espero eso para seguir confiando en estos cuatro chicos, y solo espero, por muy egoísta que suene, que con el paso del tiempo este remix quede en una tonta anécdota. Realmente no quiero que se hagan “superfamosos” así.
Para acabar, y para los que no los hayais oido nunca, aquí va una de las mejores caras de Ragdog:

                                                           -Like a Rolling Stone.