viernes, 2 de diciembre de 2011

Voy a escribir esta canción para decir lo que yo quiera.

Dicen, que las personas escriben música para expresar un pensamiento, un sentimiento o un ideal, para compartir con los demás una parte de ellos mismos. Dicen que los músicos se deben a su público. También dicen que es una profesión difícil, y que según están ahora las cosas, cuesta demasiado hacerse un hueco entre las listas de los más vendidos.
Supongo que los grupos empiezan tocando en garitos pequeños, haciendo versiones de sus ídolos. Luego con el tiempo consiguen gravar una maqueta, exponiendo realmente lo que son y que tipo de música les gustaría hacer, y entonces, poco a poco el número de “fans” va creciendo. Si, creo que el primer disco de cada grupo define un poco hacia que tipo de personas quieren dirigir su carrera.

Hace unos años conocí a un grupo gallego. Acababan de estrenar su primer disco gracias al proyecto que había montado Movistar. Se llamaban Ragdog. Conectaban bastante bien con la gente, y parecía que sabían lo que querían. Tenían un estilo diferente a cualquier otro grupo que había escuchado. Desde entonces los he seguido de cerca, con la ilusión de que iban a formar parte del futuro de la buena música española. Estaba convencida de que ellos no buscaban la fama fácil, no buscaban que miles de personas cantasen sus canciones sin pararse a pensar en lo que decían. No, ellos buscaban a gente de verdad, gente que apreciase cada pequeño detalle de cada una de sus canciones.
Si, todo esto lo he creído durante unos tres o cuatro años hasta esta tarde. Había leído en twitter que habían hecho un remix con un tal Robert Ramírez. Yo, persona musicalmente inculta, no sabía quien era este tipo, así que busqué en youtube ese “fantástico” y tan comentado remix. Bien, ¿qué me encontré? Una gran canción a la que habían metido el llamado “chispun” y que impedía que se escuchase esa fantástica voz del señor Aleix Lores.
Esos Ragdog que desde hacía años me habían hecho volver a confiar en el futuro de la música española, habían dejado que un tipo destrozase una gran canción.

He oído que ya suena en las discotecas, que la gente la empieza a tararear. Yo, solo espero, que si Ragdog algún día llega a liderar la lista de los número uno sea con sus estilo, con sus letras, y porque la gente que lo escuche aprecie la magia de cada nota. Que sea porque llenan enormes salas donde la gente cante sus canciones creando una historia en cada una de ellas, y no porque se baile en una discoteca después de bailar una canción de Pitbull. Solo espero eso para seguir confiando en estos cuatro chicos, y solo espero, por muy egoísta que suene, que con el paso del tiempo este remix quede en una tonta anécdota. Realmente no quiero que se hagan “superfamosos” así.
Para acabar, y para los que no los hayais oido nunca, aquí va una de las mejores caras de Ragdog:

                                                           -Like a Rolling Stone. 

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