sábado, 28 de enero de 2012

No me pidas una explicación, no la hay.

Esa sensación que te invade cuando escuchas una canción que por alguna extraña razón te llega "al alma". Esa voz, que por suerte, te hace sentir la persona más especial del mundo. Ese conjunto de notas y letras que parecen escritas para ti, y que te comprenden cualquier día del año. Esas horas perfectas escuchando a Sin Rumbo, para después terminar llorando. Que "No mires el reloj" o "Lluvia" defina perfectamente una parte importante de tu vida. Que te entren ganas de salir a matar tras escuchar "Noche eléctrica". O que te rías tu del mundo mientras suena a todo volumen "Éxtasis".

Todo esto hace que me llene de orgullo llevar desde 2008 siguiendo a estos Sin Rumbo, y haber visto como cada vez eramos más y más, hasta que ojalá llegue un momento en el que vayas donde vayas la gente hable de ellos. Que quizás no sean los mejores músicos que hayamos escuchado, o si, pero tienen "ese algo" que te llena de energía y de sentimientos, y eso, justamente eso es lo que hace que el rock and roll y la música en general sea lo más bonito que la humanidad haya inventado.
Ahora, están apunto de sacar su segundo y tan esperado disco, seguramente repleto de historias que encajarán a la perfección en grandes momentos de mi vida. De la mía y seguramente de todo aquel que lo escuche, porque para mi, esa es la magia más grande que tiene Sin Rumbo, tener la capacidad hacerme recordar en cada canción un instante grande de mi vida.

                                                                     -Like a Rolling Stone.

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