jueves, 8 de septiembre de 2011

Pequeños gestos.

Dicen que la felicidad esta en las pequeñas cosas. Pequeñas cosas que hacen grandes a los momentos. Esas cosas, que por muy pequeñas que sean, las recordaras toda la vida con una gran sonrisa.
Esta tarde, había un chico en el metro, uno de esos que piden dinero y a cambio te regalan la mejor canción que tienen. Esos que cada día se sienta en el mismo sitio, normalmente con la misma ropa y la misma sonrisa, con una guitarra y una voz perfecta. Uno de esos chicos que tiene la suficiente magia como para estar en algún escenario, pequeño o grande, compartiendo su arte. Uno de esos chicos que tiene mucho más talento que cualquier "persona" a la que actualmente llamamos artista (y no quiero meterme en camisas de once balas, pues actualmente cada uno llama arte a lo que quiere) pero que por situaciones de la vida, tienen que pedir dinero en el metro.
Si, a ese chico esta tarde le eché dinero y tocó la canción más perfecta que había oído jamás. Con una voz más maravillosa de lo que nadie nos hubiéramos imaginado.
Cuando terminó de cantar le pregunté que por qué coño estaba allí, que tenía demasiado talento como para estar allí, y que si nunca había pensado cantar en otro sitio.
Me sonrió, me miró durante unos pocos segundos, que a mi se me hicieron eternos y me dijo: Creo que este es el mejor lugar para hacer a toda esta gente feliz.

 

-Like a rolling stone.


No hay comentarios:

Publicar un comentario